Por primera vez este curso, los padres que pidan de la Comunidad Valenciana una plaza en un centro escolar para sus hijos de tres años podrán marcar una casilla en la que dejan constancia de su deseo de que estudie en una de las dos lenguas oficiales de la Comunidad, independientemente de la línea que se imparta en el centro y de que luego finalmente ese deseo pueda verse cumplido.
Este hecho, que ha sido una de las reivindicación conseguidas por la Plataforma Valenciana por la Libertad Lingüística, está chocando con la decisión de la dirección de algunos colegios de municipios de Castellón que quieren evitar a toda costa que se impartan líneas PIP, -Programa de Incorporación Progresiva en el que la mayoría de asignaturas se dan en castellano-.
Así, muchas madres han denunciado que en las reuniones que se celebran estos días en los colegios para informarles de los trámites de la preinscripción, los directores les presionan para que no marquen una línea diferente de la que imparte el centro. Para hacer efectiva esta coacción y convencer a las familias más reacias, les advierten que si se elige la línea PIP, tendrán que ofertarles plaza en cualquier otro colegio, en algunos casos en otra localidad diferente a la que residen.
Esto ha desanimado a muchas familias que o bien no quieren mandarlo lejos o ya tienen a otro hijo estudiando en ese centro y no quieren separarlos. «Me parece vergonzoso, ya que nos coaccionan para que directamente hagamos constar en la preinscripción que queremos para nuestros hijos enseñanza en valenciano y no en castellano» según relata una madre de Benicasim, quien reconoció la inquietud que esto le ha provocado.
Esta situación contradice la decisión de la Generalitat de permitir que los padres expresen libremente que lengua quieren que estudien sus hijos y lo pongan por escrito en los documentos de matrícula, ya que de esta forma se podría evaluar la demanda real que hay en cada lengua y tomar medidas para adecuar la oferta de clases a la demanda en cada modalidad lingüística.
Asimismo, lo curioso es que en algunos casos los centros ofertados por los directores a los padres que piden líneas en castellano, tampoco tienen programas PIP.
Fuente: ABC
Este hecho, que ha sido una de las reivindicación conseguidas por la Plataforma Valenciana por la Libertad Lingüística, está chocando con la decisión de la dirección de algunos colegios de municipios de Castellón que quieren evitar a toda costa que se impartan líneas PIP, -Programa de Incorporación Progresiva en el que la mayoría de asignaturas se dan en castellano-.
Así, muchas madres han denunciado que en las reuniones que se celebran estos días en los colegios para informarles de los trámites de la preinscripción, los directores les presionan para que no marquen una línea diferente de la que imparte el centro. Para hacer efectiva esta coacción y convencer a las familias más reacias, les advierten que si se elige la línea PIP, tendrán que ofertarles plaza en cualquier otro colegio, en algunos casos en otra localidad diferente a la que residen.
Esto ha desanimado a muchas familias que o bien no quieren mandarlo lejos o ya tienen a otro hijo estudiando en ese centro y no quieren separarlos. «Me parece vergonzoso, ya que nos coaccionan para que directamente hagamos constar en la preinscripción que queremos para nuestros hijos enseñanza en valenciano y no en castellano» según relata una madre de Benicasim, quien reconoció la inquietud que esto le ha provocado.
Esta situación contradice la decisión de la Generalitat de permitir que los padres expresen libremente que lengua quieren que estudien sus hijos y lo pongan por escrito en los documentos de matrícula, ya que de esta forma se podría evaluar la demanda real que hay en cada lengua y tomar medidas para adecuar la oferta de clases a la demanda en cada modalidad lingüística.
Asimismo, lo curioso es que en algunos casos los centros ofertados por los directores a los padres que piden líneas en castellano, tampoco tienen programas PIP.
Fuente: ABC
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