Las ocho marcas de aguas minerales con que cuenta la provincia de Castellón prevén embotellar este año más de 250 millones de litros de agua. Una cantidad considerable que refleja la buena salud de un sector en auge pero que, sin embargo, adolece todavía de un 'handicap' que lo sitúa en clara desventaja respecto a otras marcas foráneas: incrementar su presencia en la hostelería provincial. Esta asignatura pendiente ha llevado al Consorcio de Aguas Minerales de Castellón, que engloba a siete de las ocho plantas embotelladoras de la provincia -Agua de Cortes no entra en la sociedad-, a lanzar una nueva campaña promocional dirigida, precisamente, a introducir la marca Aguas de Castellón en los bares y restaurantes de la provincia.
Tanto representantes de las siete marcas consorciadas -Bejís, Orotana (Artana), Benassal, l'Avellà (Catí), Azuébar, Chóvar y Almedíjar- como de la de Cortes, la de mayor producción, advirtieron de la necesidad de introducirse en el cerrado mundo de la distribución hostelera para ganar enteros en el mercado provincial del agua. 'Es muy difícil', reconoció el responsable de Ventas de Agua de Cortes, Andrés Gallén, quien apuntó al dominio de las grandes distribuidoras de alimentación que comercializan también marcas de agua y copan el mercado hostelero de la provincia. También el gerente de la planta de Bejís, Ricardo España, apuntó que el sector provincial está 'muy abandonado por la hostelería', que constituye el 'handicap' de Castellón, pese a ser, puntualizó, 'la provincia con más marcas de agua comercializadas'.
La introducción y consolidación en el sector de la hostelería de las marcas provinciales tiene, además de la dura competencia exterior, otro problema añadido. Sólo una de ellas, la de Benassal, utiliza el formato de vidrio que le permite hacerse un hueco en la gama alta del sector de la restauración. Su gerente, Manuel Roig, lo tiene claro: 'El crecimiento de Aigua de Benassal no vendrá por incrementar la cantidad, ya que el manantial no puede dar más de los 10 millones de litros que embotellamos, sino de la calidad'. Por eso, añade, la marca de Benassal, 'diferenciada por sus características minero medicinales', tiene entre sus metas 'abrir el mercado en la línea gourmet de Madrid y competir en el ámbito internacional'.
También importantes son las perspectivas de crecimiento de Agua de Azuébar, que prevé 'triplicar' la producción en el horizonte de 2009, y las de Agua de Chóvar, suministradora de la marca blanca de la cadena Consum, que prevé doblar sus cifras y alcanzar en 2008 los '65 ó 70 millones de litros', según señaló su gerente, Juan Manuel Soriano. De lograr estas cifras, Chóvar se convertiría en la segunda productora de agua embotellada de la provincia, por detrás de Cortes, que en 2007 se acercó a los 100 millones de litros. Tras ellos se sitúa Bejís, con 40 millones de litros; Orotana, con 30 millones; Benassal (10); y Azuébar, con nueve. Almedíjar embotelló en 2006 unos 17 millones de litros, mientras Catí apenas retoma ahora su actividad embotelladora, con la previsión de recuperar la producción de nueve millones de litros de antes de cerrar la planta para su adecuación, tal como indicó el alcalde, Manuel Puig.
La mayor parte de estos más de 250 millones de litros de agua embotellada o en garrafas van a parar al mercado de la Comunitat y, sobre todo, a la venta en supermercados. La Diputación Provincial, impulsora en 2006 de la marca Aguas Minerales de Castellón, presentó ayer una campaña promocional, que se suma a la campaña en medios puesta en marcha el año pasado, para 'fidelizar a los hosteleros y aumentar los pedidos', según señaló la diputada de Comunicación, Esther Pallardó.
La campaña, en la que se han invertido 75.000 euros, consiste, tal como explicó su responsable, Esther Castellano, en contactar con los distribuidores para que accedan a incluir las marcas castellonenses en su cartera de aguas y con los establecimientos hosteleros, que identificarán en sus locales la disponibilidad de Aguas de Castellón para que los consumidores las soliciten de manera expresa. Y, cuando consuman una de estas marcas, rellenarán unos impresos que, junto a la etiqueta del agua, entrarán en el sorteo de una estancia en el balneario Termas Marinas el Palasiet, de Benicàssim. 'El premio', puntualizó Castellano, 'será tanto para el cliente como para el distribuidor y el establecimiento en el que se ha vendido'.
Tanto representantes de las siete marcas consorciadas -Bejís, Orotana (Artana), Benassal, l'Avellà (Catí), Azuébar, Chóvar y Almedíjar- como de la de Cortes, la de mayor producción, advirtieron de la necesidad de introducirse en el cerrado mundo de la distribución hostelera para ganar enteros en el mercado provincial del agua. 'Es muy difícil', reconoció el responsable de Ventas de Agua de Cortes, Andrés Gallén, quien apuntó al dominio de las grandes distribuidoras de alimentación que comercializan también marcas de agua y copan el mercado hostelero de la provincia. También el gerente de la planta de Bejís, Ricardo España, apuntó que el sector provincial está 'muy abandonado por la hostelería', que constituye el 'handicap' de Castellón, pese a ser, puntualizó, 'la provincia con más marcas de agua comercializadas'.
La introducción y consolidación en el sector de la hostelería de las marcas provinciales tiene, además de la dura competencia exterior, otro problema añadido. Sólo una de ellas, la de Benassal, utiliza el formato de vidrio que le permite hacerse un hueco en la gama alta del sector de la restauración. Su gerente, Manuel Roig, lo tiene claro: 'El crecimiento de Aigua de Benassal no vendrá por incrementar la cantidad, ya que el manantial no puede dar más de los 10 millones de litros que embotellamos, sino de la calidad'. Por eso, añade, la marca de Benassal, 'diferenciada por sus características minero medicinales', tiene entre sus metas 'abrir el mercado en la línea gourmet de Madrid y competir en el ámbito internacional'.
También importantes son las perspectivas de crecimiento de Agua de Azuébar, que prevé 'triplicar' la producción en el horizonte de 2009, y las de Agua de Chóvar, suministradora de la marca blanca de la cadena Consum, que prevé doblar sus cifras y alcanzar en 2008 los '65 ó 70 millones de litros', según señaló su gerente, Juan Manuel Soriano. De lograr estas cifras, Chóvar se convertiría en la segunda productora de agua embotellada de la provincia, por detrás de Cortes, que en 2007 se acercó a los 100 millones de litros. Tras ellos se sitúa Bejís, con 40 millones de litros; Orotana, con 30 millones; Benassal (10); y Azuébar, con nueve. Almedíjar embotelló en 2006 unos 17 millones de litros, mientras Catí apenas retoma ahora su actividad embotelladora, con la previsión de recuperar la producción de nueve millones de litros de antes de cerrar la planta para su adecuación, tal como indicó el alcalde, Manuel Puig.
La mayor parte de estos más de 250 millones de litros de agua embotellada o en garrafas van a parar al mercado de la Comunitat y, sobre todo, a la venta en supermercados. La Diputación Provincial, impulsora en 2006 de la marca Aguas Minerales de Castellón, presentó ayer una campaña promocional, que se suma a la campaña en medios puesta en marcha el año pasado, para 'fidelizar a los hosteleros y aumentar los pedidos', según señaló la diputada de Comunicación, Esther Pallardó.
La campaña, en la que se han invertido 75.000 euros, consiste, tal como explicó su responsable, Esther Castellano, en contactar con los distribuidores para que accedan a incluir las marcas castellonenses en su cartera de aguas y con los establecimientos hosteleros, que identificarán en sus locales la disponibilidad de Aguas de Castellón para que los consumidores las soliciten de manera expresa. Y, cuando consuman una de estas marcas, rellenarán unos impresos que, junto a la etiqueta del agua, entrarán en el sorteo de una estancia en el balneario Termas Marinas el Palasiet, de Benicàssim. 'El premio', puntualizó Castellano, 'será tanto para el cliente como para el distribuidor y el establecimiento en el que se ha vendido'.
Fuente: Terra Actualidad
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